Voyager 1: La exploración de los confines del sistema solar
La legendaria Voyager 1
La sonda espacial Voyager 1 de la NASA, lanzada en septiembre de 1977, está actualmente explorando los confines del sistema solar. Después de 35 años de su lanzamiento, en 2012 se convirtió en el primer objeto creado por el hombre en abandonar el sistema solar y entrar en el espacio interestelar. Su hermana espacial, la Voyager 2, la siguió seis años después en 2018.
Problemas técnicos y recuperación
El sábado (20 de abril), la Voyager 1 finalmente se comunicó con el control de tierra de forma comprensible después de 5 meses de silencio. Aunque todavía no está enviando datos científicos válidos, ahora está enviando información útil sobre su estado de salud y el funcionamiento de sus sistemas de ingeniería a bordo.
Recuperando la funcionalidad
El equipo operativo de la Voyager 1 de la NASA identificó un código corrupto en un único chip que había inutilizado los datos científicos y de ingeniería de la sonda. Aunque no pueden reparar físicamente este chip, lograron colocar el código afectado en otra parte de la memoria de la sonda mediante ajustes remotos.
Proceso de recuperación
El 18 de abril de 2024, el equipo comenzó a enviar el código a su nueva ubicación en la memoria de la Voyager 1. Fue un proceso laborioso debido a la distancia entre la Tierra y la sonda, pero el sábado (20 de abril), el equipo confirmó que la modificación había funcionado y que podían comunicarse con la Voyager 1 y verificar su estado de salud.
Continuando la exploración
En las próximas semanas, el equipo seguirá trabajando en el ajuste del resto del software de la sonda e intentará recuperar las regiones del sistema encargadas de empaquetar y devolver datos científicos vitales más allá de los límites del sistema solar.
El legado de Voyager 1
La Voyager 1 ha recorrido una distancia impresionante de 24.000 millones de kilómetros desde su lanzamiento y seguirá explorando el espacio interestelar hasta que su código binario deje de tener sentido en noviembre de 2023. Aunque su misión científica puede estar llegando a su fin, su legado como el primer objeto humano en abandonar el sistema solar vivirá para siempre.