Un nuevo estudio recomienda seguir las tormentas solares para hacer más seguros los viajes en tren.
Potentes erupciones de el sol podría provocar accidentes en las horas punta de los trenes al interferir con las estaciones de señalización eléctrica, lo que podría hacer que los indicadores ferroviarios cambiaran de rojo (parada) a verde (marcha), según la investigación.
«Obviamente, esto es muy importante desde el punto de vista de la seguridad», afirmó en un comunicado de prensa el autor principal del estudio, Cameron Patterson, investigador de física de la Universidad de Lancaster (Inglaterra) un comunicado el lunes (11 de diciembre). «Hemos observado que meteorología espacial en el Reino Unido se esperan eventos capaces de desencadenar fallos en estos circuitos de vía cada pocas décadas»
Los riesgos para las vías férreas y otras infraestructuras pueden ser especialmente elevados cuando el Sol alcanza un pico en su ciclo de actividad de 11 años, como ocurre actualmente. Las corrientes eléctricas del Sol pueden retorcerse y romperse, provocando eyecciones de partículas que viajan a lo largo de las líneas magnéticas de la Tierra. Esta actividad puede provocar auroras y, si son especialmente fuertes, interferencias con equipos de radio o eléctricos.
El ordenador del estudio modelizó dos rutas ferroviarias del Reino Unido: el tramo Preston-Lancaster de la West Coast Main Line y la línea Glasgow-Edimburgo (estas vías se encuentran entre las que utilizan 50.000 circuitos de señalización controlados eléctricamente entre los raíles). (Estas vías se encuentran entre las que utilizan 50.000 circuitos de señalización controlados eléctricamente entre los raíles)
Aunque el estudio se centró en el Reino Unido, los investigadores señalan que otras jurisdicciones del mundo se han visto muy afectadas por tormentas solares anteriores. Algunos ejemplos son los apagones en la provincia canadiense de Quebec en 1989 y en la ciudad sueca de Malmö en 2003, que afectaron a millones de personas.
Más atrás en la historia, el famoso «Evento Carringtonel «suceso Carrington» de 1859 perturbó las líneas telegráficas y las señales ferroviarias de todo el mundo.
La conmutación de señales no es necesariamente la causa de un problema. Si una tormenta solar pone roja una señal verde, por ejemplo, un tren en marcha simplemente se detendrá. Lo peor, sin embargo, sería que la señal cambiara de rojo a verde, dando a entender que el tren puede circular sin peligro cuando no es así.
Peor aún, el estudio sugiere que los fallos en el «lado equivocado» (los que animan a los trenes parados a continuar) se producirían cuando la intensidad del campo geoeléctrico es más débil. En otras palabras, según los investigadores, una tormenta solar más débil podría inducir estas situaciones de «lado equivocado» cada pocas décadas.
En Agencia Espacial Europea, NASA y muchos otros organismos vigilan de cerca la actividad del Sol por esta misma razón. Utilizan una red de satélites y alertas locales para advertir de posibles impactos en las comunicaciones por radio.
«Otros sectores -como la aviación, la generación y transmisión de energía y el sector espacial- están estudiando los riesgos para sus negocios y examinando cómo mitigarlos…». Es importante que el sector ferroviario esté incluido en esta planificación», declaró Jim Wild, catedrático de Física Espacial de la Universidad de Lancaster, en el mismo comunicado.
Un estudio basado en esta investigación se publicó el lunes en la revista Meteorología espacial.
Foto : Spacenews