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En 2023, la temperatura media de la superficie de la Tierra fue la más cálida que se haya registrado, según un análisis de la NASA. Las temperaturas globales del año pasado estuvieron alrededor de 1,2 grados Celsius (2,1 grados Fahrenheit) por encima de la media para el período de referencia de la NASA (de 1951 a 1980), informaron científicos de el Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales (GISS, por sus siglas en inglés) de la NASA en Nueva York.
«El informe de la temperatura global de NASA y NOAA confirma lo que experimentaron miles de millones de personas en todo el mundo el año pasado: estamos ante una crisis climática», dijo el administrador de la NASA Bill Nelson. “Desde calor extremo, a incendios forestales, hasta el aumento del nivel del mar, podemos ver que nuestra Tierra está cambiando. Aún queda trabajo por hacer, pero el presidente Biden y comunidades de todo Estados Unidos están tomando más medidas que nunca para reducir los riesgos climáticos y ayudar a las comunidades a ser más resistentes, y la NASA seguirá utilizando nuestra posición estratégica en el espacio para llevar a la Tierra datos climáticos críticos que sean comprensibles y accesibles para todas las personas. La NASA y la Administración Biden-Harris están trabajando para proteger nuestro planeta y sus habitantes, esta generación y la siguiente”.
En 2023, cientos de millones de personas en todo el planeta experimentaron calor extremo, y cada mes, de junio a diciembre, estableció un récord mundial para el mes respectivo. Julio fue el mes más caluroso jamás registrado. Por lo general, la Tierra fue alrededor de 1,4 grados Celsius (o unos 2,5 grados Fahrenheit) más calurosa en 2023 que la media de finales del siglo XIX, cuando comenzó el mantenimiento de los registros modernos.
«El calentamiento excepcional que estamos experimentando no es algo que hayamos visto en la historia de la humanidad», dijo Gavin Schmidt, director del GISS. «Se debe principalmente a nuestras emisiones de combustibles fósiles, y estamos observando sus impactos en las oleadas de calor, las lluvias intensas y las inundaciones costeras».
Si bien los científicos tienen pruebas concluyentes de que la tendencia del planeta al calentamiento a largo plazo está impulsada por la actividad humana, siguen examinando otros fenómenos que pueden afectar a los cambios anuales o plurianuales del clima, como El Niño, los aerosoles y la contaminación, y las erupciones volcánicas.
Normalmente, la mayor fuente de variabilidad interanual es el patrón climático oceánico El Niño-Oscilación del Sur, en el océano Pacífico. El patrón tiene dos fases, El Niño y La Niña, cuando las temperaturas de la superficie del mar a lo largo del ecuador cambian entre temperaturas más cálidas, media y frías. En el período de 2020 a 2022, el océano Pacífico experimentó tres fenómenos consecutivos de La Niña, que tienden a enfriar las temperaturas globales. En mayo de 2023, el océano pasó de La Niña a El Niño, lo que a menudo coincide con los años más calurosos en los registros.
Sin embargo, las temperaturas récord en la segunda mitad de 2023 tuvieron lugar antes del pico del actual fenómeno del Niño. Los científicos esperan observar los mayores impactos de El Niño en febrero, marzo y abril.
Los científicos también han investigado los posibles impactos de la erupción de enero de 2022 del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, quien lanzó vapor de agua y partículas finas, o aerosoles, en la estratosfera. Un reciente estudio descubrió que los aerosoles volcánicos, al reflejar la luz solar lejos de la superficie de la Tierra, provocaron un ligero enfriamiento general de unos 0,1 grados Celsius (menos de 0,2 grados Fahrenheit) en el hemisferio sur después de la erupción.
«Incluso con factores de enfriamiento ocasionales, como volcanes o aerosoles, seguiremos batiendo récords mientras las emisiones de gases de efecto invernadero sigan aumentando», afirmó Schmidt. «Y, desgraciadamente, el pasado año volvimos a establecer un nuevo récord de emisiones de gases de efecto invernadero».
“El año récord de 2023 subraya la importancia de tomar medidas urgentes y continuadas para hacer frente al cambio climático”, declaró Pam Melroy, administradora adjunta de la NASA. “La legislación reciente ha proporcionado la mayor inversión climática del gobierno de EE.UU., incluyendo miles de millones para fortalecer la resiliencia de EEUU a los crecientes impactos de la crisis climática. En la calidad de agencia centrada en el estudio de nuestro clima cambiante, la flota de satélites de observación de la Tierra de la NASA continuará proporcionando datos críticos de nuestro planeta a escala para ayudar a toda la gente a tomar decisiones informadas” .
Ciencia abierta en acción
La NASA prepara el registro de temperaturas utilizando los datos de la temperatura del aire de la superficie recopiladas de decenas de miles de estaciones meteorológicas, así como datos de la temperatura de la superficie del mar adquiridas por instrumentos en barcos y boyas. Estos datos son analizados utilizando métodos que tienen en cuenta el variado distanciamiento de las estaciones de temperatura en todo el mundo y los efectos del calor urbano que podrían sesgar los cálculos.
Los análisis independientes de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) y el Centro Hadley (parte de la Oficina Meteorológica del Reino Unido) concluyeron que las temperaturas globales de la superficie para 2023 fueron las más altas desde que empezaron los registros modernos. Estos científicos utilizan gran parte de los mismos datos de temperatura en sus análisis, pero utilizan distintas metodologías. Aunque las clasificaciones pueden diferir ligeramente entre los registros, éstos coinciden en términos generales y muestran el mismo calentamiento continuo a largo plazo en las últimas décadas.
Aprovechando medio siglo de investigaciones, observaciones, y modelos, la Administración Biden-Harris, incluida la NASA y varios socios federales, lanzaron recientemente el Centro de Gases de Efecto Invernadero de EE.UU. para que los responsables de la toma de decisiones y los ciudadanos puedan acceder fácilmente a datos climáticos críticos. Este centro apoya la colaboración entre agencias gubernamentales de EEUU y socios del sector privado y organizaciones sin ánimo de lucro, para poner a disposición online datos aéreos, terrestres y espaciales y recursos.
El conjunto completo de datos de la NASA sobre las temperaturas de la superficie global hasta 2023, así como los detalles con el código de cómo los científicos de la NASA llevaron a cabo sus análisis, están disponibles públicamente en el GISS. GISS es un laboratorio de la NASA administrado por la División de Ciencias de la Tierra en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la agencia en Greenbelt, Maryland. Este laboratorio está afiliado al instituto de la Tierra y la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Columbia en Nueva York.
Foto: Nasa